Están de moda los amores clásicos
entre razas diferentes procedentes de mundos antagónicos. En el siglo XIX fueron Esmeralda y Quasimodo, la
Bella y la Bestia,
Drácula y Mina, Carmilla y sus víctimas. Ahora la versión moderna
derivada de la licantropía de principios del XX la aportan las relaciones
sentimentales entre seres humanos y vampiros.
Incluimos
aquí algunos títulos de éxito que mezclan el mundo y las relaciones
humanas de hoy con las cualidades sobrehumanas de estos seres del más
allá, mitad humanos, mitad bestias. No se trata de expresar la clásica antítesis entre el bien y el mal sino de sugerir la presencia de lo prodigioso en la realidad cotidiana más inmediata.
Sirvan de ejemplo los siguientes
títulos:
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