IES José Mor de Fuentes

miércoles, 27 de octubre de 2010

Un poco de historia de Sylvia Plath





Nuestro calendario dedica el comienzo de noviembre a los muertos. La muerte nos acompaña de muchas maneras, nos hace llorar ante la pérdida de un ser querido, o su sola sospecha nos hace apreciar con más intensidad la vida.

Innumerables poetas han intentando con sus versos ahondar en lo insondable, tratando de cifrar qué o quiénes habitan esta parte velada de nuestra existencia; en cambio, Sylvia Plath en este poema parece querer renunciar a la imaginación para quedarse con lo que ve: el esqueleto como realidad en el espacio de la muerte, que es el cuarto desocupado.

El cementerio de Heptonstall, en Inglaterra, es en realidad el que contempla y describe la autora. Sylvia Plath fue enterrada en este cementerio cuando acabó con su vida el mes de noviembre de 1963.

Graciela de Torres Olson
IES José Mor de Fuentes



Recomendamos escuchar la lectura que la propia Plath hace de este poema:
Búsqueda: “Sylvia Plath reads November Graveyard”
Dirección: http://www.youtube.com/watch?v=ateR0furgUU&feature=related


Texto original:

NOVEMBER GRAVEYARD




The scene stands stubborn: skinflint trees
Hoard last year's leaves, won't mourn, wear sackcloth, or turn
To elegiac dryads, and dour grass
Guards the hard-hearted emerald of its grassiness
However the grandiloquent mind may scorn
Such poverty. No dead men's cries

Flower forget-me-nots between the stones
Paving this grave ground. Here's honest rot
To unpick the heart, pare bone
Free of the fictive vein. When one stark skeleton
Bulks real, all saint's tongues fall quiet:
Flies watch no resurrections in the sun.


At the essential landscape stare, stare
Till your eyes foist a vision dazzling on the wind:
Whatever lost ghosts flare
Damned, howling in their shrouds across the moor
Rave on the leash of the starving mind
Which peoples the bare room, the blank, untenanted air.









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