Hoy es una noche especial, llena de magia y misterio, en la que ningún "niño" debe dejar de soñar. Los Magos de Oriente pronto llegarán cargados de regalos, paz y amor (y esperemos que también lleven aspirinas y paracetamol).
Nadie debería quedarse sin un pequeño patetito que abrir, no importa si son calcetines, colonia, una corbata o porque no un fantástico libro.
En esta noche mágica no importa el contenido del paquete, sino la ilusión, el cariño y el amor con que esta envuelto.
Espero que mañana, cuando os levanteis, en vuestros zapatos encontreis ese pequeño paquetito de amor y felicidad.
Nochebuena
Fernando Silva dirige el hospital de niños, en Managua.
En vísperas de Navidad, se quedó trabajando hasta muy tarde. Ya estaban sonando los cohetes, y empezaban los fuegos artificiales a iluminar el cielo, cuando Fernando decidió marcharse. En su casa lo esperaban para festejar.
Hizo una última recorrida por las salas, viendo si todo quedaba en orden, y en eso estaba cuando sintió que unos pasos le seguían. Unos pasos de algodón: se volvió y descubrió que uno de los enfermitos le andaba atrás. En la penumbra lo reconoció. Era un niño que estaba solo. Fernando reconoció su cara ya marcada por la muerte y esos ojos que pedían disculpas o quizás pedían permiso.
Fernando se acercó y el niño le rozó con la mano:
- Decile a.... - susurró el niño-. Decile a alguien, que yo estoy aquí.
El libro de los abrazos
Eduardo Galeano
Ed. Siglo XXI de españa editores, 1995
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